jueves, 10 de diciembre de 2009

COMELLAS, José Luis. El último cambio de siglo.


La tesis de Comellas está basada en los grandes cambios que se produjeron en Europa entre los años 1870-1920 y por qué se dan dichos cambios.

El primero de estos periodos comienza en 1870 con el progreso en las ciencias y la tecnología, un desarrollo demográfico sin precedentes, la expansión económica y la gran capacidad de organización por parte del pueblo positivista; pero el avance de lo material no corresponde al avance de lo espiritual.

EL positivismo se conoce como la nueva manera de entender la vida apoyada en las certezas de lo cuantificable. La meta del positivismo era llegar a ser una utopía;

Augusto Comte es el padre del positivismo, el decía que todo o casi todo es verificable, la ciencia experimental es la llave del progreso.

Este periodo estaba caracterizado por la confianza ciega en la ciencia; de tal manera que puede llegar a convertirse en una especie de religión para los positivistas, negaban la existencia de Dios y de todo lo que no pudiera ser verificado científicamente.

En el periodo 1870-1900 se logran los siguientes tránsitos:
● Del romanticismo al realismo
● Del liberalismo a la democracia
● De la historia de Europa a la historia universal
También se da la "Globalización" y el avance de USA y Japón.

En los últimos años del siglo XIX, empezó a caer en crisis este movimiento, crisis que en principio, sólo afectó a una minoría y que se fue filtrando a la conciencia común más adelante. La gente notó el drástico cambio cuando estalló la primera guerra mundial. Los positivistas no se explicaban como una época de grandeza y grandes avances como aquella pudo terminar en una guerra.

El positivismo cae en crisis principalmente por que:
● De la seguridad se pasa a la incertidumbre
● Del realismo a la aceptación de lo irreal en el mismo plano de lo real
● Del orgullo humano al "se avergüenzo de ser hombre"
● De la homogeneidad a la dispersión
● De la fe en la ciencia a la desconfianza de los métodos.

Se puede concluir diciendo que ningún periodo por más prospero que parezca, llegará a la utopía, ni tampoco lo hará una sociedad en donde se imponen las maneras de pensar, sentir y actuar.

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