Antecedentes:
Para Marx, la Reforma Protestante fue una fase para la Revolución Total.
A partir de la filosofía de Descartes, se creó una dualidad, llamada cartesiana, donde se consideraban materia y espíritu como opuestos. De allí nacerían el Materialismo, donde los sentimientos son considerados cuestiones químicas o productos de las ideas; y el Idealismo, que consideraba la materia como manifestación o producto del espíritu.
Georg W.F. Hegel recoge el tema del Absoluto, propio del Idealismo, pero lo considera como proceso. Para él la realidad es la historia.
El pensamiento hegeliano influye en el marxismo, sobre todo las nociones de alienación, que es la generación de la antítesis por parte de la tesis; y la superación, que indica que todo momento del proceso dialéctico contiene y supera al anterior lo que significa que el proceso es ascendente y progresivo.
La filosofía de Ludwig Feuerbach es un intento de síntesis entre el materialismo y el idealismo nacidos del racionalismo. Según Feuerbach, Dios no sería más que la proyección psicológica que el hombre hace de su esencia hacia fuera de sí. Todo lo que Hegel afirma del Espíritu, según Feuerbach, corresponde a la materia.
Los movimientos socialistas.
El origen del socialismo está relacionado con las utopías igualitarias y justas como por ejemplo, los primeros cristianos del siglo I d.c.
En el siglo XVI-XVII se establecen las primeras ideas de utopías igualitarias, donde el Estao debe ordenar la sociedad justamente.
Desde el siglo XVIII surgen los socialistas utópicos, los cuales buscan una sociedad igualitaria pero no construyen una teoría económica y social que la justifica.
Carlos Marx, en el siglo XIX, plantea el “socialismo científico”, que establece la inevitabilidad del socialismo y el comunismo.
En 1917, un movimiento socialista llamado Partido Comunista, toma Rusia. Es por esto que a los Regímenes de socialismo marxista se le empezó a llamar Comunismo, generándose una confusión. Es preferible llamarlo “Socialismo Real”.
En Europa los partidos Socialdemócratas, donde el Estado debería disminuir las desigualdades, se llaman Socialistas.
Socialismo democrático: Concesión gratuita de unos bienes a los particulares, teniendo en cuenta el equilibrio de las fuerzas económicas en cada momento.
Socialismo de Estado: Negaba la necesidad de la Revolución, y encomendaba al Estado la tarea de establecer y mantener el socialismo.
Las alienaciones.
Es frecuente señalar cinco alienaciones, cuya crítica es la construcción del marxismo: alienación religiosa, filosófica, política, social y económica, que están entre sí subordinadas. La económica (propiedad privada) hace posible la social (división de la sociedad en clases); la social hace posible la política (existencia de un Estado por encima de la sociedad); la política hace posible la filosófica (justificación teórica del status mantenido por el Estado: resolución «ideal» de problemas «reales»); y la alienación filosófica llega a su colmo –según Marx– en la religión (pretender la solución de problemas reales acudiendo a un más allá y a un Ser Supremo).
Al suprimir la propiedad privada no habrá derecho, Estado, filosofía ni religión. Se comienza criticando a la religión y la filosofía.
martes, 8 de diciembre de 2009
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